domingo, 11 de diciembre de 2011

Heideggerianas, parte 3



Ocho poemas de «El hombre extendido» / Revista Hola PR / De los Tipos folclóricos de Pepino / Hola PR / Indice / Heideggerianas / Heideggerianas / Heideggerianas / En Geocities / Heideggerianas / Primera Parte / 3 /

Indice / Parte Uno
Parte 2
Parte Tres: Herramientas terapéuticas


El extravío de un eterno memorioso
Láquesis / la que expele al Extravío
La gracia de La Que Sí
Orientación
Tu lugar verdadero
Para ser sí mismo
Descobijado en la otredad pese al jolgorio
Un-Zuhause / No-en-su-casa
Pertenencia
Sonríe a tu co-mundo
Consuelo
Aprendizaje in situ
Comprender las zorreras es por necesidad
Trabajo con los útiles
Mundanidad
El zorro, filósofo de la sospecha
Zorrillos del ancestro
Geschreibe
Los peces y la novelería
El Zorro contra la desfiguración
Los virtuosos salvajes
Uno es un zorro viejo
El diosito
Dichosos decadentes

* * *

Parte tres:
Herramientas terapéuticas


Extravío del eterno memorioso


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Láquesis / la que expele al Extravío

Martin, la que sí me gusta de las Parcas
y, sin embargo, da miedo
es Láquesis, hermania mía que gira el huso,
la que sí tiene fuerza en el brazo del Destino,
la que sí puede que no me cuide
con una promesa salvadora
y ponga el mundo a girar más a prisa que lo que yo
controle, soporte, ella, la que sí manda derechito
al extravío y escupe con sus lajas de bronce
y la hebra de lana blanca volviéndola ceniza
y la hebra de oro, vida agónica de molicie.

La que sí me gusta es ella, la segunda.
Lo puedo dar todo, o dejar sin nada.
Es como el casino hecho mujer
o la lotería afortunante y el hombre, como dices,
por ella se aferra al «gratia supponit naturam»,
a «tener-por-verdadero» lo que Láquesis gira
esta naturaleza caída que, al final, más tira
al flujo de la muerte, a la rueda malvada
de su giro, que al orden porque estamos entretenidos,
Heidegger, con entes a la mano, con acumulos
de cosas ruleteras, que al auspicio
del amor por la Radiancia;
pero la gracia supone la naturaleza
y La Que Sí es gracia es ella, no la chiquita ingenua.

*

La gracia de La Que Sí

Esta segunda hermana es madura.
Con ella es que se aprende
(hasta hembrearse en la cópula y oírla
entrar en una especie de estado cataléptico
que permite que como macho me crezca
y obre seguramente.

Me da clímax con su lenguaje de éxtasis.
mientras pasa sus palpos entre sus patas traseras
y su abdomen y la introdudzco por turno,
una vez de cada lado).

La que sí me guista en el arcano del sexo,
ella, Láquesis, la Moira que se diversifica
y te Gracia y Extasis, sexo de iustificatio
y doctrina sacramental para los días del Arcano
de la Muerte, la Torre, el Diablo que viene abajo,
la prisión que se rompe, el rayo sobre el mundo
para Disolución y Láquesis es tan hermosa.

*

Orientación

... guided fantasy are useful shortcuts to intuitive knowledge that is usually unconscious or ignored: Phyllis R. Koch-Sheras, Ph. D
Por los rastros del zorro,
visualizo el alarido,
su temor que estremece.
Lo hallo en las palabras de la bruma
y enciendo mis ojos como llamas.

Sé la dirección por la que llega,
su avance-resuelto y mi paso
en vela se cuida de otros pasos.

La interpretación de lo visto
se pondera como un como
y divisa lo necesitado,
no a la mano.

13-4-1976

Tu Lugar verdadero

Sólo quedan desconcertados ante el Ser. No hacen más que huir de la meditación como alguien que burlado durante demasiado tiempo por el ente se ha vuelto tan extraño al ser que ni siquiera es capaz de desconfiar de él con fundamento:Martin Heidegger
Pobla la Tierra otra vez. Baja al pantano,
Tú, el rehusador, el burlado por rutina
que te instalaste en el cielo, sin saberlo.

En el Cielo no se puede vivir, alma mía.
Ni tú mismo te escuchas. La pregunta inicial
nunca se responde. Ninguno que piense
se te acerca, No eres el señor de los seres.

Eres quién te buscas a tí mismo,
eres el primer desconectado
y el más despreciado en la tarea
de volverte señalante de tí mismo.

La esencia está velada y no procuras
lo reunido, el amor de tu entorno,
lo reunidor de tu Lugar verdadero.

3-05-1997

Para ser sí mismo

Por el quién del Dasein,
por alcanzar la ninfa que huye
como voz interior de la consciencia,
vuelto-a-sí, puesto en su lugar,
el poeta paga el precio y deja el rostro
transido a bofetadas
y el que ajusta las cuentas /
Zurückholen /
le atropella
en sueños conocidos
donde el Uno se conjuga.

Para ser-sí-mismo, el Quién del hombre
oye a quien se ha desoído y se desoye
en el ir a oír, Hindhoren al Uno.

*

Descobijado en la otredad pese al jolgorio

Abandonados a sí mismos,
todos, cada uno, son llamados Uno
y uno es llamado Nadie
en descobijo, Un-Zahause.

En el hallarse en diversión
no sientes que te velan ni la seguridad espanta
ni las pequeñas situaciones provocan
ni el vivir amenaza.

Este es el Desasosiego sin subsidios.
Aquí borrón y cuenta nueva
se hizo en vano: el desamparo te sigue
y excluye... mas la diversión te llama.

Tus motivos son públicamente interpretados
y, aún ya recibido en el jolgorio, en la casa
que prometen, ya vejado, no te albergan.

5-02-1974

Un-Zuhause / No-en-su-casa

El ser-en viene al modo existencial de no-en-su casa:
Martin Heidegger
«Ser-en» el mundo deyecto
y vivir marcado a prisa
como pisadas de animal de bellota, bruto y tonto,
ir por esos útiles que sirven al «para-qué»
del mayor número, pero tan ínfimo el por qué
no lo quiero, no me techa, me ha dejado
sin alma, sin esencia, sin destino...
Ir por ir y no ir ni a la nada ni por nadie...
es dicha que no cuaja.

Es felicidad espectral.
No es angustia todavía
y, más que seguridad,
es escondite. Fracaso.

4-27-1974

Pertenencia

Tú, fiera del gruñido que se oye,
eres más que leona con aliento,
más que onda sonora y que palabra,
más que el gesto.

Te oigo en las hojas celosas de tu paso.
Eres un zumbido de silencio.
En la maleza hoy descansas.

Tu energía se reposa con ojos cerrados.
¡Qué satisfecha estás, hembra,
del zorro y la gacela,
compañera del tigre,
cómplice del puma
y el leopardo!

¡Qué mansa eres
con la estrella del instinto!
Te olisco en la distancia
y me conforta tu aroma.
Uno para el otro
somos sin palabras.

2-2-1978

Sonríe a tu co-mundo

Tu sonrisa precipitará todo.
¡Hasta ese amor que tienes tan callado!
Ninguno se mostrará a lo que eres
antes que tú misma lo hagas.
¡Abre tus labios pues!

Muéstrate a ciegas, al azar
hacia ese no-sé-a-dónde
donde pueda estar el cuerpo,
tu delicia, tus palabra,
tu co-mundo.

Con una sonrisa tuya se te halla
en la posibilidad lógica del ser,
sea que vayas hacia-el-ser
que te abre de antemano,
sea que te insinúes cautelosamente
donde falazmente se teoriza
tu presencia, tu encanto.

*

El consuelo

Los conceptos no se apartan
ni se engendran ni subsisten por si mismos.
Ni la serenidad ni el misterio acaecen.
No caen del cielo.
El maná no existe.

¡Consuélate con las cosas,
son útiles, pero no te pierdas, creyendo
que las cosas son tu ser,
tu comprensión, tu ontología!

La libertad constituye el fundamamento
de toda verdad y comprensión; el comprender
sabe a qué atenerse consigo mismo,
con su-poder-ser.

¡Consuélate en la angustia!
El mundo trasciende la existencia
pero el concepto no crea objetos;
sólo da libertad al ente intramundano.

3-11-1993

Aprendizaje in situ

La libertad hacia lo que se abre en lo abierto deja en cada caso al ente ser el ente que es. La libertad se revela como lo que deja ser al ente: Martin Heidegger
Todo sentido se debe a la existencia.
Eres la rama que más viento
ha reventado y que, al mismo tiempo,
recoges, bramas en el viento, lo disfrutas
para días de tormenta que son impropios
y crueles y angustiantes.

El mundo es soluto
como significatividad posible.
No todo lenguaje es lo verdadero.
Con lo dado, ahí, juegas a las máscaras,
pero, el consuelo es real, tan objetivo.

El principio de los conceptos son los objetos
y este montón de esclavitudes y utilaje
menos honesto, técnica, decaimiento.

*

Comprender las zorreras es por necesidad

¿Cuál es mi hogar?
si no esta gramática parda de laringe,
necesidad que va más allá de los caprichos,
comprender mis zorreras,
el proceso de laborar y el fin concreto,
el trabajo consciente, el sutil ejercicio
de las garras, el accionar de cadera,
con hechizos naturales del lomo...

¿Cuál es mi hogar después que ví
tierra que emerge, y lo que de ella
irrumpe tan sabroso,y es refugio y alimento?

*

Trabajo con los útiles

Ella... que se cierra
esencialmente para decir,
si el fruto existe búscalo en lo abierto
y cierra en tí su esencia,

circunda el sendero
hacia el digno útil
para el rito consagrante
y pónla en generoso, benévola,
apertura de acto significativo,
Es tu Trabajo.

Mundanidad

El mundo tiene más ser que todo lo aprensible,
pero inest¦galalo in situ, aquí y ahora,
mundo-de-todos,
porque otros no querrán saberlo
perceptible y sonoro.

Otros tendrán que aprender o memorante
y respetar lo propuesto en tu Sospecha.

Esperan que lo digas, zorrillo sospechoso,
porque bueno está lo bueno y no se acerca nadie.
Auxilio solicitan, mas llaman a Cachano,
aquel que nunca viene por temor al Cagaletas.

Supremas o no, sus deidades no consumen cal ni canto.

1-27-1980

El zorro, filósofo de la sospecha

... a lo largo del siglo XIX, son críticos del paradigma de la racionalidad, como crítica inmanente a la modernidad: Adriana Arpini
No pegues más la boca a la pared,
háblales si apareció el aullido.
Díles que, con laringe, fabricas
el lenguaje articulado,
sintetizas fonemas
y tu grito enriquece la razón,
imágenes reales de ese mundo
que aún nace de raíces de quebranto
cuando apenas se conoce el bosque
y las polvaredas y la niebla y el frío.

No dejes que te tapen la boca
con utensilios y fiabilidades destrozadas
por el atroz abusón de los caminos.

La tierra emerge, sospechador,
y como reino del Ser la has entendido.

*

Zorrillos del ancestro

Gritos de la memoria unes
al esfuerzo de los tuyo.

Te interconectan, te difunden
en la acumulativa senda del Estero,
donde están los zorrillos:
el ancestro, los primeros filósofos
con ruda laringe...

... pero en experiencia de producción
y amor colectivo, autoyuda, autogestión,
acción directa, protección: el Trabajo.

*

Geschreibe

Zánjate, te pide la tierra
con la voz del Kalû.
Tiéndete tiesamente,
fonema del aviso
y penumbra vivaracha.

Contigo se acuesta
un enfermo esqueleto de palabras.
Se sepulta una calaca vocinglera.

Te fornica la osamenta elegíaca
y funeraria de los versos
quebrados contra el cieno.

2. Zánjate

Zánjate, ya que la vida
te pide que te pudras, bolero mañoso,
valija de signos pordioseros,
cartuchera de relámpagos sintácticos.

Llama a los cuervos, carroña.
Cúbrete de cal y campanarios
dentro de la fosa común de los prosudos
con tantas sílabas y abortos
y sin un hijo del Isod, lleno de vida.

No llames a ninguno entre los buitres.
Muérete sin esquelas ahí donde orea
un vaho de vertedero y una fonética
de hediente cementerio y mausoleo.

3. Descansa de lo bueno y lo malo

Acuéstate, inerte, cesado y vacío,
para que el Nabî venga
en medio del silencio
y te muestre el verdadero camposanto,
la puerta de los cielos en la Tierra.

Zánjate, basura del engaño,
palabreja coqueta y maquillada.
Y sacude tu agonía, dála a la capilla
de las ánimas inmundas
como polvo de seca vereda.

Muérete, rival,
homicida de la canciones
y fósil del Dasein luminado.
Verás que lloverá la palabra perfecta
ultrasonante, misteriosa, pura,
en medio de tu Final Disolución.

7-17-1992

Los peces y la novelería

La novelería... busca lo nuevo solamente para saltar, renovada por él, a lo nuevo: Martin Heidegger
Hay que aprender del pez
pues por la boca él muere
y mejor calla
y ser como él,
navegante profundo, huidizo,
ágil en la corriente.

... Que se diga por tí, ¡al fin caíste!
pero con arduo empeño conseguido.
Eres valioso, pez gordo, presencia de sustancia.

... Que no se rían ni los serios ni los mentirosos
de los peces de colores, ¡pónte en guardia!

Hay que ser como ellos:
pez velero y con espada y llevar un tesoro
protegido por corazas, agujas y zorras inflexiones
de las vértebras, pez cofre, pez gato, pez araña...

¡Desmiéntelos! porque los rivales
pescan en tus aguas... ¡ellos,
los que piensan al Ser vacío
tal como sus vidas
pues no han tocado fondo, naufragando!

Cuando nadas has luchado duramente
tu alimento, has defendido tu porción de la mar;
¡sé orgulloso pues de tus profundidades,
no las digas a los vientos del infame!

Ah noveleros, ¿qué les importa tu sobrevivencia!
Salga pez o salga rana, a ciegas van
por su proyecto advenedizo.
Te interpretan como les da la gana.

2-12-1976

El zorro contra la desfiguración

Los imaginadores de espectros,
invocadores de consuelo ultramundano,
a las bestias no las quieren en su lecho,
no importa que a su lado duerman
entre espinas.

Ni a la alimaña más mansa la soportan
(lo que signifique el deseo, lo que identifique,
sobra, no se vale, no se haga en lo concreto).

Los imaginadores saben tan poco
dónde se agita lo honesto, dónde duele
la profunda miseria de lo humano
y el ascético afán del corazón sospechoso
que elucida lo trágico sin querer degradarlo.

Los imaginadores ven los ojos
encima de los hombros, imaginan las uñas
detrás de los talones.

Creen que de las sienes
saldrán las orejas, cuernos que bajan
a la espalda. Colas tan largas te inventan,
aún no viéndolas, semejantes a serpientes.

Los imaginadores se fascinan con sirenas
con caras de hombres; dicen que han visto
hembras con plumajes de gallo, alas
de agitadas víboras; uñas que emiten colores
y luces de bengala, párpados escamados,
pupilas que emiten rayos, o fuego de dragones.

Los imaginadores les mutilan los senos
a las indias hermosas. Equilibran
sobre cordones umbilicales el peso de varones
con bálano en la espalda, todo Mentira.

Cuentan sobre hombres que se reproducen
sin necesidad de sexo, porque tienen
la matriz debajo de la rótula.

«Estos imaginadores no sirven para nada»
(¡hasta el zorro más necio y muino los exhorta!)
a desenmascararse, o reinvindicar lo luminoso:
seres más hermosos existen
y son más que deseo
y más que espectros y nóumenos:

«¡Identifiquen lo humano en lo concreto»,

dijo el Zorro.

1-27-1980

Los virtuosos salvajes

Los salvajes del Yo, sacerdotes sublimes,
conspiran. Harán del espíritu su axioma,
Transformarán en maroma el entendimiento.

Se organizaron y en marcha van diciendo
amor y no aman; paz y son violentos,
verdad y mienten por cada poro abierto
en el relámpago. O cielo que muestre sus estrellas.

Se persignan ante las potencias el deber
y, empelotados, marchan
con sus cantos de victoria y epinicios.

En las calles, a espaldas vueltas vociferan
y atacan, danzan y reclutan a crédulos secuaces.
Bélicos, elatos, soberbios buscan el oro espiritual
en concordancias; lo cuantifican en apremio.

Oro perpetuado con robo, no planificaciones.
El dios cuantitativo los bendice.
Deuda extraña. Empeñados están hasta los ojos.
Los egoinmundos no se curan de sus degradaciones.

No se aflijen de servir al poder y sus rutinas.
Sus rodillas se han pelado porque son idólatras.
Los virtuosos salvajes se dan golpe en pecho.

Son pomposos y pietistas quid pro quo.
Fundaron los Cuatro Evangelios
del Desastre, con el espíritu en la boca.

E invocan a Matoco mientras cumplen
con los servicios de la Infamia:
(1) entendimiento
(2) instrumento
(3) cultura
y (4) adorno.

*

Uno es un zorro viejo

Siempre el corazón
se vuelve a las cosas más simples.
No es madurez, sólo abandono
en pos del egoísmo
decentemente impuro
por vivir observante, vigilante
del rostro.

Uno es un viejo zorro, reflexivo
y medita que la vida es recurrente,
rencorosa, y cela su camino.
La vida no lo entrega todo.

Uno es la cara más vieja de las cosas
(y algo nuevo está en las cosas,
sin que se nos halla mostrado).

Sólo se atestigua que la gota golpea
sobre la peña. En su lento oficio persiste
y agujera al fin, lo que se puede.
Se ríe porque envejeces y lloras.
Lo más hondo de tu agujero es juventud
que no te pertenece.

Tú no verás el fondo de la peña.
Antes te mueres con arrugas
y con la misma sed en la mirada.
Es amargo, a veces demasiado,
gotear interrogantes, más profundas, corazón,
herir la peña, pero con menos tiempo.

*

El diosito

Crece, diosito mudo.
Agigántate ad infinitum,
payasito del horizonte eventual.
Echale ganas.
Sube como una enredadera trepadora.
Ven por tu Iglesia, la amada que espera
que la tragues,
tu hembra en los puertos, megáspora navegante.
Que venga Tu Venganza, bengalí sin bengalas.
Mándanos redención a los mandalas
porque nos cegó el Segador con hacha de deshonra
sólo porque te amamos, payaso primicial.
Invocamos Tu oscuro nombre de pirata.
Llévanos al rapto. Restáuranos la visión,
agujerito de carita pintada,
hoyito que estás en los cielos.

Baja a los azoteas, descubre a los que cuelgan
de los pies y olvidan su cabeza.
Sean las torres Tu reino.
Clávate en ellas. Cáenos de nalga,
consuelo de Babel y no perdones el escarnio
de aquellos que nos ultrajan a diario.
Mal rayo los parta, a los que sacan boleto
con nosotros y contra tí,
morungas los pongas. Amén.

*

Dichosos decadentes

Dichosos los que tienen ya las dichas definidas
y con todo lo ajeno se hacen cómplices.
Con lo posmoderno aterrizaron en nihismo.
Dichosa la geografía que les da su entorno cotidiano.
Con hablantines harán patria;
con equívocos, agendas solidarias,
que se valdrá que se discutan en folletines
y sean mencionadas en carteles y escribidurías.
Ni se matan por su estructura protectiva.
Bien que se saben seguros, en pie o de nalgas.
Y aún más felices: perjuran que son imprescindibles.
Su fluir se añade al Uno. En la corriente van
trenzados por declaración al andamiaje.
Dan novelera presencia a cada paradoja
y, en este modo del ser, la dicha es contagiosa
y el equilibrio, indiferente.

4-28-1974

hEIDEGGERIANAS / PREVIO


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A Máximo Gorki, de Carlos López Dzur / Ocho poemas de «El hombre extendido» / Carta a Georges / José Pivín / Tambores / Pan de la miseria / Que no haya levadura / Primera Parte / Soliloquio de Nemoroso a href="http://www.ocnaranja.blogspot.com/2011/05/proyecto-constirucional-puertorriqueno.html">Proyecto Constitucional / El ¡ay! del yo lírico-amatorio / >A HREF="http://carloslopezdzur2.blogspot.com/">El tronco / Tu nombre / Me olvidas / Carlos López Dzur: Homenaje a Hebe / Del falso humanitarismo / De tus infidelidades / Enoch / Idris / Akhnookh / Y Abel habló con la Serpiente /


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